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Reforma protestante

Se conoce con el nombre de Reforma Protestante al movimiento religioso de tendencia renovadora que se produjo en Europa en el siglo XVI y que originó, a su vez, la ruptura de la unidad cristiana y la consiguiente formación de otras Iglesias, independientes de la autoridad papal: las Iglesias Protestantes. Muchas de estas iglesias surgidas de ese movimiento se denominaron "Iglesias reformadas" con el propósito de evocar una disposición a la conversión y renovación. El surgimiento de la Reforma Protestante es considerado como uno de los más importantes acontecimientos de la Historia, pues sus consecuencias, hoy en día, permanecen vivas en el nivel religioso, político, económico y cultural en el mundo. Para entender este fenómeno, debemos situarnos en el contexto de la época, es necesario evidenciar y determinar las causas de las Reforma Protestante. La Reforma Protestante se inició en Alemania, fue un movimiento reformador liderado por el monje alemán Martin Lutero que publicó sus 95 Tesis, donde criticaba la venta de indulgencias, como una reacción contra las doctrinas de la Iglesia Católica Apostólica Romana, bien pronto esta nueva visión se difundió por varios países de Europa, tomando en muchos de ellos el cariz de un movimiento político, económico y social...


Causas de la Reforma Protestante


Fueron muchas las causas que originaron la Reforma Protestante, pero mencionaremos solo las principales...


La corrupción del Clero


Muchos autores están de acuerdo en sostener que el estado de corrupción e ignorancia del clero católico, fue la causa fundamental de la Reforma. La verdad es que, a comienzos del siglo XVI, la iglesia hacia frente a un difícil situación originada, precisamente, como consecuencia de la conducta extraviada de una parte de los eclesiásticos quienes, olvidando su condición de tales, procedían al margen de las enseñanzas religiosas. La Corrupción en las costumbres, ignorancia y demasiada sed de riquezas; carencia de vocación eclesiástica, olvido de las sagrados deberes religiosos y relajación de la disciplina, eran las manifestaciones de este estado de crisis. Altos dignatarios y doctores de la Iglesia, en defensa de esta institución cristiana, clamaban por la moralización de ese Clero, predicaban el retorno a la pureza de las costumbres, anhelaban también una Reforma. Por otra parte, habían contribuido también a mermar la autoridad y prestigio de la Iglesia las ambiciones al solio pontificio, al cargo de Papa, que dieron como resultado el Gran Cisma o Cisma de Occidente.



Restaron, así mismo, unidad y fuerza a la Iglesia las querellas surgidas entre los concilios, asambleas de obispos, y de los Papas. Muchos defendían la superioridad del Concilio sobre la autoridad del Santo Padre. Igualmente estimularon las críticas al Clero, las riquezas y el lujo desmedido de los mismos, contrarios a la sencillez, humildad y pobreza cristianas. Además, fueron el blanco de los ataques los desórdenes en simonía o concesión inmoderada de indulgencias.


La difusión de la Biblia


Debido a la aparición de los nuevos inventos como la imprenta y el papel fue posible la difusión de la Biblia, el libro Sagrado que contiene los Evangelios, fuente de la palabra de Dios. El bajo precio y su fácil lectura contribuyeron a su generalización. Desde 1457, hasta 1518, salieron a la luz más de cuatrocientas ediciones de la Biblia, y los Evangelios fueron traducidos del griego, su versión original, por los eruditos humanistas.


El Humanismo


La influencia del Humanismo y la difusión de la Biblia, originaron las críticas a las ideas religiosas sostenidas por la Iglesia, se afirmaba, una marcada contradicción entre las enseñanzas de los Libros Santos y la conducta del clero. Se llegó a la conclusión de que cada creyente podía interpretar el contenido bíblico según su propia conciencia, libre examen, sin la intervención precisamente de la Iglesia Católica. "La invención de la imprenta y el progreso de la instrucción ponían la Biblia al alcance de todos esparciendo la convicción de que la salvación del alma y el perdón de los pecados podían perseguirse con solo observar rectamente los preceptos de la Sagrada Escritura".


Pretexto para la Reforma Protestante: La Concesión inmoderada de Indulgencias


Las críticas a la Iglesia precipitaron la Reforma, cuando se produjo la concesión inmoderada de indulgencias, ósea el perdón de los pecados mediante limosnas como pago a la Iglesia. Esta distribución de indulgencias, a la que se llamó la venta, se llevó a cabo por orden del Papa León X, con el propósito de recaudar fondos para la terminación de la Basílica de San Pedro, en roma. La Iglesia Católica a fin de controlar la expansión Protestante en Europa, y de no permitir su difusión en las colonias americanas, tomo muchas medidas, conocidas como la Contrarreforma, que serían una barrera para la influencia de las iglesias protestantes.

La Reforma ya tuvo sus antecedentes en dos movimientos de rebeldía surgidos en la Edad Media contra la Iglesia. Estos aparecieron al producirse el Cisma de Occidente. Fueron Juan Wiclef y Juan Huss, los jefes de dichos movimientos, aunque fracasaron en su intento, dejaron honda huella de acción y considerándoseles, debido a ello, como precursores de la Reforma Religiosa. Durante la Reforma Protestante, en el siglo XVI, el Occidente católico se divididos en dos grupos, uno que siguió siendo católico y el otro que tomó el nuevo nombre de protestantes. Había ciertas similitudes básicas entre la Iglesia católica y los protestantes, que se inspiraron en Jesús como su fundador, que magnificaban la Biblia y confirmaban la moral cristiana y sus virtudes. Sin embargo, hubo varias diferencias teológicas. Los protestantes no estaban de acuerdo con los católicos sobre los reclamos del Papa y rechazaban su autoridad y gobierno. La Reforma Protestante realizo cambios importantes en lo que respecta a los sacramentos, el rechazo de los conceptos de purgatorio, invocación de los santos y la veneración de las reliquias. Los protestantes afirmaron con ello que la autoridad final descansaba en la Biblia, mientras que los católicos y los ortodoxos alegaron que la autoridad residía en la institución de la Iglesia Católica.


Territorios de las Iglesias Protestantes y de la Iglesia Católica


Las áreas a las que el cristianismo católico permanecía predominante incluía a Italia, España, Portugal, Francia , el sur Países Bajos, los cantones forestales de Suiza, el sur de Alemania , Irlanda, Polonia, Lituania , Checoslovaquia , la mayor parte de Hungría , el norte de Yugoslavia, América del Sur, América Central, México, la mayoría de las Indias Occidentales , Quebec y las Islas Filipinas. Sin embargo, el cristianismo protestante ya se había propagado en esos instantes principalmente en el norte y centro de Alemania, Escandinavia, Finlandia, Estonia, Letonia, los Países Bajos del Norte, la mayor parte de Suiza, Escocia, Inglaterra, los Estados Unidos, la mayoría de Canadá, Sudáfrica y Australia.


Consecuencias de las Reformas Protestantes


Un efecto inmediato y desafortunado de la Reforma Protestante fue la intolerancia, que se expresaba en la persecución y guerras religiosas. En lugar de generar el verdadero espíritu de Cristo, es decir, la paternidad de Dios y la hermandad del hombre, la reforma hizo que miles sufrieran a causa de su religión. Los habitantes de los reinos de España, Portugal e italianos, se vieron obligados a permanecer en la iglesia católica, para no sufrir la muerte o la prisión a manos del Tribunal de la Santa Inquisición. El rey Felipe II de España, y María en Inglaterra persiguieron a los protestantes. Del mismo modo, los príncipes protestantes de Alemania castigaban a sus súbditos católicos.


La Contrarreforma Católica


La misma Contrarreforma es una consecuencia inmediata a la Reforma Protestante, ya que la Iglesia Católica usó todos los mecanismos para impedir la diseminación de la Religión protestante en Europa y en las colonias europeas de América. Es así como la Iglesia Católica convoco al Concilio de Trento y se acordó muchos medidas como la reactivación del Tribunal de la Inquisición "Santo Oficio”; publicación de el Índex, lista de libros prohibidos para la lectura de los católicos; se creó la orden religiosa de la Compañía de Jesús, los Jesuitas, de organización militar; se reafirmó la jerarquización de la Iglesia con el Papa como jefe supremo, entre otras cuestiones para detener el avance del Protestantismo.


Guerras Religiosas


La guerra civil estalló en Suiza en virtud del líder protestante Ulrico Zuinglio. En Alemania, el luteranismo dio lugar a disturbios civiles hasta el Tratado de Augsburgo, que restauró la paz en el año 1555. También en Francia, la guerra civil estalló entre los hugonotes, protestantes calvinistas, y aquellos que preferían el catolicismo apoyados por la monarquía. Muchos de los hugonotes tuvieron que salir de Francia después de sufrir maltratos y matanzas. El Edicto de Nantes expedido por el rey Enrique IV en 1598 restauro la paz en Francia. Estas guerras civiles eran un obstáculo a la seguridad, prosperidad y el progreso cultural. Como resultado de la Reforma, las revueltas y guerras estalladas, causaron la pérdida de la vida, propiedad, prestigio y poder de los habitantes europeos.


Guerra entre España y los Países Bajos.


Un gran número de holandeses que se habían convertido al calvinismo aumentaron y se convirtieron en oposición al rey Felipe II de España, quien los gobernaba como príncipe de los Países Bajos, entonces una terrible guerra se llevó a cabo y Holanda fue finalmente reconocida como estado independiente hasta el año 1648, donde fue reconquistada cincuenta años después de la muerte de Felipe.


La Guerra Anglo-Española


Durante el gobierno de Isabel, el protestantismo fue restablecido en Inglaterra. Felipe II de España envía una Armada con una amplia flota de buques de guerra con el fin de llevar la conquista de Inglaterra. Sin embargo, el valor de los marineros Ingleses, así como de las violentas tormentas, lograron repeler y destruir a la Armada española. En el mismo 1618, estalló una guerra en Alemania entre los católicos y los protestantes, que duró treinta años. De ahí que se la conozca como la Guerra de los Treinta Años. Esta guerra pronto se extendió como un incendio, en una guerra internacional que no sólo tenía causas religiosas, sino también políticas y económicas. Los diversos tratados del año 1648 que pusieron fin a la guerra con la Paz de Westfalia. Esto colocó a los protestantes en pie de igualdad con los católicos. Además de que todos los bienes de la Iglesia seguirían estando en el poder de quien la poseía hasta el año 1624.


Debido a la Reforma, las monarquías europeas se fortalecieron frente a la Iglesia Católica. En el nombre de la Reforma en Inglaterra, Enrique VIII privó al Papa de todo poder sobre la Iglesia Inglesa. Los príncipes alemanes estuvieron felices de estar libre del control del Papa, debido a la fundación de iglesias nacionales que financiaron con la confiscación de bienes de la iglesia católica. Al espíritu del nacionalismo se le dio un nuevo impulso por la Reforma. Nuevas ideas surgieron en otros campos como el económico en el que hubo cambios estructurales. La gente se sintió libre de las ideas medievales y la tiranía de la Iglesia Católica. Por lo tanto, podrían ejercer determinadas actividades económicas como el préstamo de dinero, que fue criticado en el pasado por el papado. Al aniquilar el poder económico de la Iglesia medieval Católica, la Reforma allanó el camino para el surgimiento del capitalismo. A pesar que la Reforma fue de naturaleza religiosa, tuvo efectos de largo alcance en todos los campos de la vida humana. Por lo tanto, ayudó en la formación del mundo moderno, junto con otros movimientos como el propio Renacimiento...[1]


La Factoria Historica


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[1] Gorham, George Cornelius, Gleanings of a few scattered ears, during the period of Reformation in England and of the times immediately succeeding: A.D. 1533 to A. 1588:, London, Bell and Daldy, 1857; Janz, Denis, ed. A Reformation Reader: Primary Texts With Introductions (2008) excerpt and text search; Luther, Martin Luther's Correspondence and Other Contemporary Letters, 2 vols., tr.and ed. by Preserved Smith, Charles Michael Jacobs, The Lutheran Publication Society, Philadelphia, Pa. 1913, 1918. vol.I (1507–1521) and vol.2 (1521–1530) from Google Books. Reprint of Vol.1, Wipf & Stock Publishers (March 2006). ISBN 1-59752-601-0; Spitz, Lewis W. The Protestant Reformation: Major Documents. St. Louis: Concordia Publishing House, 1997. ISBN 0-570-04993-8

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