La aparición del género Homo está sometida a varias interpretaciones. Las teorías ofrecidas por los expertos colocan a las diferentes especies Homo en una misma época, lo que hace difícil concretar la línea evolutiva. Por otro lado, estas interpretaciones son temporales y “cuelgan” de las investigaciones sobre los hallazgos fósiles hasta ahora encontrados. Por lo cual, los nuevos descubrimientos producirán, inevitablemente, cambios en las teorías sobre la evolución humana hasta ahora desarrolladas. Aún así, exponemos a continuación una versión más o menos aceptada por la mayoría de la comunidad académica. Hasta ahora, las más antiguas herramientas olduvayenses, atribuidas a Homo, fueron encontradas en Gona (Etiopía) y datan de 2,6 a 2,5 millones de años. En Hadar (Etiopía) fue encontrado en 1994 un maxilar (AL 666-1), cuyas características indican que podría haber pertenecido a un Homo y que data de hace 2,33 millones de años…
Homo (género)
Cronológicamente, Homo habilis podría ser el primero de nuestros antepasados Homo. Los restos más antiguos que con certeza pertenecen a esta especie, datan de hace unos 1,8 millones de años y su nombre, “hombre hábil”, se debe a que se le adjudica cierto manejo en la elaboración de útiles de piedra. Se cree que convivió con los diferentes tipos de Australopithecus y que fue precisamente la presión ejercida por el género Homo lo que hizo desaparecer a los australopithecinos. Sin embargo, a pesar de la aparente superioridad tecnológica del Homo habilis sobre sus antecesores, las diferencias anatómicas eran relativamente escasas, aunque poseían un cerebro ligeramente más grande que los homininos anteriores. Según las hipótesis tradicionales, el H. habilis evolucionó hacia el Homo erectus, hace unos 1,5 millones de años, especie que llegó a habitar gran parte del Viejo Mundo, desde África hasta China e Indonesia. Este comenzó a ser remplazado por formas arcaicas de Homo sapiens entre hace 400 y 250 mil años y en distintas zonas geográficas.
En el largo y lento proceso de evolución aparecieron los primeros antecesores del ser humano, llamados homínidos, en África, hace unos 5 millones de años
Este Homo sapiens arcaico, poseía un cerebro más grande aunque todavía mantenía similitudes físicas con el Homo erectus. Debido a los descubrimientos en la Sima de los Huesos en Atapuerca, en 1994, aparecen dos líneas evolutivas y a los estudios genéticos, hoy se tiene la perspectiva de dos líneas evolutivas. La primera desarrollada en el occidente de Asia y Europa desembocó en el Homo heidelbergensis y después de éste en el Homo neanderthalensis; y la segunda, desarrollada originalmente en el interior de África, devino en el Homo rhodesiensis o el Homo helmei y posteriormente en el Homo sapiens. Esta teoría deja abierto el debate sobre el lugar de origen del Homo erectus y su relación con las especies Homo ergaster y Homo georgicus. La hipótesis de las dos líneas si son dos evolutivas es coherente con los estudios genéticos que sustentan la teoría del origen único en África del Homo sapiens, y en cambio se opone a la hipótesis del origen multirregional, que supone la aparición simultánea del H. sapiens en Asia y África.
El árbol filogenético del Homo sapiens
Tras el estudio del ADN mitocondrial y del genoma del homínido de Denisova, ha quedado claro además, que una tercera especie, diferente de H. neandertalis y de H. sapiens, sobrevivió en Asia hasta hace 40 mil años. No se sabe aún cuál fue la relación de esta especie con H. erectus ni con fósiles de China y Java que antes se consideraban sapiens arcaícos. En cuanto a la especie Homo floresiensis, que sobrevivió hasta hace unos 13 mil años, se consideraba inicialmente resultado de una adaptación especializada de H. erectus en un hábitat limitado, pero el estudio de sus extremidades indujo a pensar que no procedía de Homo erectus, sino de algún otro hominino anterior, cuya dispersión en el sudeste de Asia aún no está documentada, o directamente de Homo georgicus o de una rama de Homo habilis…[1]
La Factoria Historica
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[1] Los homínidos (Hominidae) son una familia de primates hominoideos, que incluye al hombre y sus parientes cercanos, orangutanes, gorilas, chimpancés y bonobos. En la clasificación tradicional, la familia Hominidae estaba compuesta exclusivamente por primates bípedos (géneros Homo, Australopithecus, Paranthropus, etc.). Actualmente, según la taxonomía cladística cuyo uso se está imponiendo en primatología, los Hominidae incluyen además a los grandes simios (gorilas, chimpancés y orangutanes) anteriormente clasificados en la familia de los póngidos. En la mayor parte de los trabajos científicos actuales, los homínidos bípedos son ahora clasificados en la subtribu Hominina. Por tanto existe una cierta confusión de términos: Hominidae: castellanizado como homínidos, antes incluía sólo los primates bípedos y ahora también a los grandes simios. Hominina: castellanizado como homininos, solo incluye a los Hominidae bípedos. Por tanto, este es el término más adecuado para designar a los seres humanos actuales y todos los fósiles de nuestra propia línea evolutiva, desde que se produjo la separación con la línea del chimpancé hace unos seis millones de años; así, todas las especies que caminaron de forma erguida reciben el nombre de homininos. Estudios realizados con técnicas moleculares del ADN indican que los chimpancés, gorilas y humanos forman un clado, con los orangutanes un poco más separados filogenéticamente. Salvo por el orangután (nativo de Asia, específicamente Borneo y Sumatra), los actuales simios homínidos; humanos, chimpancés, gibones y gorilas son originarios de África (si bien en el caso del humano se extendió por todo el mundo). Sin embargo se han encontrado fósiles de homínidos en Europa y diversos lugares de Asia y África, procedentes del Mioceno (cerca de 20 millones de años antes del presente). No existen evidencias físicas de que haya ningún tipo de homínido nativo de América, y el único simio homínido que cruzó de Eurasia a América de forma natural fue el homo sapiens. La mayoría de los homínidos son ágiles para trepar a los árboles (excepto los humanos y gorilas) y son omnívoros. Además conforman las más complejas redes sociales y tienen un comportamiento sexual elaborado que no necesariamente está sujeto a fines reproductivos, sino en muchos casos, por placer, algo que los diferencia de otras especies animales.